Érase una vez...
No es mi mejor foto, pero abarca este concepto a la perfección... Recordarla me traslada a ese sentimiento...
Y es que érase una vez una chica que vivía en un cuento perfecto, la más extraordinaria historia de amor, la que buscó desde niña -esa que te enseña a creer en los imposibles y en lo que está escrito en las estrellas-. Un día una mirada la despertó y se dio cuenta que en aquella novela solo ella vivía, en su mente fue creada y de la realidad disentía. Aquella desilusión le rompió el alma hasta llorar sangre, no podía creer que fuese humo durante un año su vida... un humo que cada vez se disipaba más... por mal que lo pasó hasta aceptar que debía alejarse de lo ficticio que por vocación creaba, aprendió a vivir en la realidad, no se volvió fría ni perdió la ilusión (aunque conllevó trabajo) y se dio cuenta que a veces hay más magia fuera que dentro de la cabeza... Solo bastan dos personas reales, sin artificios ni promesas imposibles, lealtad, comunicación y mucho amor... Así es como la ficción es superada por la realidad.
¿A alguien más le ha pasado que se ha creado la historia perfecta, que quiere transformar a la persona en quien no es y que se enamoró de idealizaciones?
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