domingo, 7 de julio de 2019

A veces, casi nunca, raramente, pero llega...







A veces, casi nunca, raramente, pero llega...


¿Alguna vez has conocido a alguien que te hace sentir que hay una persona indicada esperando para cada uno y que tú acabas de tropezarte a la tuya?
Es tan malditamente alucinante que ni los pensamientos ni palabras son suficientes, porque hay tanto por digerir, tanto por decir que es imposible comenzar por nada. Simplemente es sentir que eso que ustedes tienen, eso que nunca ni tuviste ni viste ni soñaste, lo debería tener cada persona. Es la sensación constante de haber sido creada para ella y ella para ti aunque tardaron años en encontrarse. Es saber que cada cosa que has hecho en tu vida ha sido para acercarte a ella, ha sido preparándote para su llegada. Es que cada cosa que ella sueña lejanamente es de lo que has vivido y nadie entiende. Es que busca las cosas que nadie miraba en ti y estabas a punto de cambiar para encajar y te alegras de no haberlo hecho. Es sentir que fueron moldeadas a la medida en cada paso para pertenecerse un día.
Es entender de qué se trata amar a alguien y en qué consiste una pareja sin necesidad de serlo. Es que suceda lo que no esperabas que pasara porque no es que sea algo que habías perdido la esperanza de encontrar, es que es una cosa que ni sabías que existía pero de pronto está ante tus ojos, y aunque tardaste en descubrirlo, te das cuenta que cada engranaje gira a su favor forzándote a sus brazos. Es que no pueda ser más perfecta aun siendo todo lo que nunca buscaste y no pueden entenderse mejor. Es sentir que pueden hablar toda la vida sin cansarse porque de inmediato fluyó la energía la comunicación la compenetración en la primera charla. Porque las dos están locas pero sus locuras se complementan en su diferencia, porque las dos son maduras y conscientes pero desde diferentes puntos de vista, porque son dos polos opuestos pero miran del mismo modo a la misma dirección.
Ella es todo lo que nunca he conseguido y yo todo lo que ella quisiera poder ser. Y no diré lo típico, porque no es cierto, no la conocí y supe que era la indicada, no sentí la alineación de los planetas por nuestro encuentro, no se me enloqueció el estómago, no ese día. De a poco, sigilosamente, sin sospecharlo, mi corazón y mi estómago se agarraban las manos dando vueltas en una montaña rusa interna que no supe quién, cuándo o cómo se accionó. Una inestabilidad eufórica y ansiosa se apoderó de mí y mientras más intentaba apagar la atracción, más velocidad tomaba, y lo supe, simplemente un día lo supe: era imposible correr lejos de ella aunque ella ni siquiera supiera que participábamos en una carrera... Pues con el tiempo te das cuenta, que todas tus idas de olla, todas tus locuras y a lo que todos le llaman complicaciones, se hacen lo más común y sencillo entre las dos, porque las que no comparte, las comprende y viceversa.
Por eso, sí, ella tiene razón: no hay nadie más en el mundo que nos soporte además nosotras que somos insoportablemente desquiciadas, pero, ¿acaso necesitamos a alguien más? No necesito una tribu que me comprenda o soporte, I just need her... Y cada día confirmo eso, que fuimos hechas para aguantarnos mutuamente, por eso teníamos que equivocarnos tanto y sentir que nadie nos soportaba, para poder disfrutar de la sensación que es que alguien lo haga...
Es que lo mejor del mundo es, escucharla con temor decir lo que cree que es una barbaridad incomprensible, y que sea exactamente el mantra que tú has tenido. Es como, escucharte explicándote el porqué piensas como piensas y eres como eres, es como una conversación en tercera persona contigo mismo, y a la vez no, porque también ella tiene sus propios mantras que no van contigo ni con lo que querías en alguien a tu alrededor, pero maldita sea, ¡en ella es perfecto! Es de este tipo de mujeres que le teme a todo y no le teme a nada. Que es como es y punto, que no le van las falsas modestias ni las hipocresías ni las máscaras ni las verdades a medias. De estas mujeres que te gritan a la cara lo que le pasa a todos por la mente y ninguno quiere confesar, y tú eres de las que no confiesa, pero la oyes y pasas de todo porque piensas igual y ser uno mismo nunca debería estar mal. (Es una mujer con mucho por enseñar pero dispuesta a seguir aprendiendo por ti, de ti, contigo...) Es cierto, la honestidad sin filtro a veces hiere, y da miedo saberlo, pero solo porque el mundo nos ha acostumbrado a las caricias con mentiras al punto de que las verdades las sentimos como bofetadas, por eso a veces cerramos los ojos y los oídos ante la realidad y creamos nuestra isla aparte sostenida por autoengaños. Yo me consuelo por ahora en saber que todo lo que hace y dice es puramente real porque así es ella, y agradezco que por ahora todo lo que tenga por hacer y decir sea para bien, pero me aterra el día que tenga que escucharla decir una verdad no tan bonita, porque sí, porque todo pasa y todo se acaba y algún día (aunque es lo que menos quiero) ella se sentirá diferente y tendré que pagar el precio... Pero también siento que no hay nada que pueda contra nosotras, que somos una combinación mortal, exactamente, que o vivimos de una puta vez o acabamos matándonos.
Pero se siente bien, equilibradas las neurosis, y realmente entiendes lo que es ser un equipo, dos partes de una misma cosa, lo que es disfrutar con una sola persona el tratarse como amigas, como hermanas, como pareja, como colegas, como consejeras, como mala influencia, como todo. Es querer protegerla, hacerle bien y verla feliz aunque un día eso no sea contigo. Porque quieres hacerle el amor desmedidamente, pero también quieres hacerle café en las mañanas (with the coffee maker), convertirla en la musa a que le dedicas tus mayores obras y andar de su mano por la playa devolviendo medusas al mar... Es sentir que tienes a alguien no que saca la mejor versión de ti, es alguien que te saca a ti, y punto, y que te ama por cada espacio sea mejor o peor aunque a veces no entiendas que adore lo que todos han odiado y lo que tu no soportas de ti y te haga verla más loca. Pero es que no es que te acepte con tus manías, o que te ame a pesar de tu pasado y tus defectos, es que te ama por eso mismo, y ahí simplemente descubres que por eso: todos no somos perfectos para todos, porque nadie ama las mismas cosas... Es que todo te gusta si es en ella y con ella y de ella, y por su parte también. Que son dos huracanes caóticos llenos de calma que solo se liberan dentro del otro sin acabar de entender el fenómeno que lo causa pero sin quererlo tampoco. Es que los días no son ni fugaces ni eternos, simplemente son juntas o no. No es pesado, aunque la distancia lo haga difícil, el disfrutarla, el tener esta espera porque igual la viven juntas y también de algun modo se vuelve hasta bonita en vez de una condena.
Tenerle es entender que la palabra amor es muy grande, que debes manejarla con cuidado y que debiste haberlo hecho, porque no es algo que se te hace fácil decirle a alguien en una semana sin siquiera tenerla delante o asumir que es lo que te pasa con una mujer de la que malamente conoces dos cosas. No es eso. No es que el amor tenga explicación ni que tengas que tener una lista que te haga comprender por qué la amas, pero, sabrás que es amor cuando se vuelve algo que te da pánico hasta pensar, que no esperabas ni querías sentir. Es de repente una palabra que deseas borrar del diccionario, quizás porque conoces sus consecuencias, es una palabra que se te queda en el medio del pecho atorada, que la sientes respirar y hasta palpitar y querer saltar sobre ella de solo verle a los ojos cuando brillan al mirarte, pero no sale, no corre ligeramente fuera de tus labios como otras veces... La sientes, pero no puede salir. ¿Por qué? ¿Cobardía de sentirlo? ¿No saber llevarlo? ¿No ser correspondido? ¿Sentirte débil? Tal vez solo saber que hay que usarla correctamente y no estás segura o no quieres estarlo porque te entra pánico la idea de poder estarlo sintiendo... ¿Pero a qué se debe ese temor? ¿Por que esa contención? ¿Por qué mientras más lo sientes menos lo puedes decir? Quizás somos un poco idiotas...
Si es que ves tu futuro en sus ojos y lo quieres taaanto que desde la confianza de que todo puede estar perfecto, te estás muriendo de miedo. Porque sí, porque estás acostumbrada a llevar cosas temporales que se romperán de un modo u otro (y desde el inicio lo sabes) y puedes con eso, porque el ciclo de tu vida se ha basado en la recuperación entre dolor y dolor, porque ya ni crees saber amar sin grietas porque a eso te agarrabas en otros amores, porque hay cosas que parecen demasiado bellas para ser verdad y al final creo que todos somos pesimistas y aunque estemos pisando el puto arco iris vamos a estar buscando la tormenta y de no verla, le gritaremos que llegue y arrastre con nosotros lejos... Porque quizás necesitamos una excusa de la vida más allá de ser unos cobardes. Porque a lo mejor es demasiado para que te toque a ti aunque es lo que siempre has querido, porque no sabes si ya tenía que llegarte, si algún día te tocaba que llegara,porque creías que solo estaría en tu mente. Porque estás acostumbrada a fracasar en cada cosa de tu vida, y no eres la única, cada persona a tu alrededor que te conoce, ya da por sentado que esta es una historia más, así que mientras más les intentas convencer de que no, más te acaban haciendo creer que así la debes sentir y por primera vez, tú que amas volar entre las nubes, te decides a sentir en tus pies la humedad de la tierra. Tú misma cortas la cuerda y quieres solo sentir el crudo pavimento porque quizás desvistiendo arco iris tengas razones crudas para decir: no. ¿Seremos masoquistas? Quizás sólo queremos saber que la felicidad y los sueños existen, que están ahí, y son un objetivo de vida, pero nunca los queremos cumplir, porque nos aterra, que aquella única cosa que te ata al optimismo se te desvanezca ante los ojos, porque entonces ¿a qué te agarras? Sí, tal vez sale bien, pero aunque queremos un cuento de princesas no creemos en los felices por siempre. Tal vez por eso cuando la vemos llegar en nuestra dirección con la perfecta banda sonora a piano y su cabello moviéndose al viento en cámara lenta mientras sus ojos te gritan que te aman, lo mejor que se te ocurre es salir corriendo...
Y no quisiera que fuera así, y quisiera tener mi fe completa, y quisiera que realmente sucediera pero me aterraaaaa. No se si son los cambios, si es la perfección, si es una nueva vida, si es la mejoría y la falta de costumbre a tener algo por lo que sonreír a cada segundo. Pero el miedo está ahí, no se va. Y mi miedo me da más miedo porque, joder, quiero esto pero mi consciencia me advierte una escapada, y ya no se si prefiero que sea mía o de ella... Aunque no quiero ninguna. Tal vez mi karma es ser una pesimista que vive
compadeciéndose de ella misma por todas las decisiones que jamás tomó por miedo a que saliera bien y por una vez ser feliz de nuevo. Quizás me siento culpable de poder sentir alegría después de todas las razones que me la han robado. Porque pienso en mi felicidad, y veo que solo la disfrutaré yo, que solo la veré yo, que todos tendrán algo contra ella, que nadie la entenderá, pero también sé que mi felicidad depende de mí y que no necesito la aprobación de un mundo que no pide consejos para vivir y que siempre estará buscando el incendio en la casa ajena. Entonces me siento fuerte, y siento que a su lado... a su lado somos imparables, pero sigue aterrándome.
Por una vez creo tener el melodrama con la ideal combinación, con la madurez necesaria para echarlo a rodar pero ¿sabré llevarlo por siempre aunque lo quiera? ¿Y qué hago si se cansa ella? ¿Qué hago si se estropea todo con quien sientes que es la única indicada? ¿A partir de ahí como vives sabiendo que ya no tienes a quién buscar porque ya la habías encontrado? ¿Qué me hago si un día deja de sentir? ¿Y si un día se le olvida todo y descubre que si para mí ella era la correcta yo para ella era la equivocada? ¿Y si no esperamos de nuestra vida lo mismo? ¿Y si ella solo necesita a alguien que arrastrar a la de ella? ¿Y si no se manejarlo? ¿Y si me hiere? ¿Y si lo arruino? ¿Y si se acaba? ¿Y si me duele? ¿Y si a ella no?
—¿Y si todo sale bien amor y perdemos la oportunidad de una vida?

viernes, 5 de julio de 2019

Usted













Usted... 

¿Por qué me mira como si fuera la cosa más bella del mundo
si no soy un espejo?
Amo ver esa mirada que me da
cuando se me queda mirando.
Amo huir a nuestro mundo
sujeta de la cuerda de luz
que me arroja su pupila.
Amo las maravillas
que se hacen dos retinas a miles de kilómetros.
Amo que en nuestros iris
nos hayamos tenido a dos metros,
hayamos danzado,
tomado las manos
y hasta atrevido a besarnos.
¡Y todavía cree que necesito
conocer su aroma para el amor!
Ay señora..., señora mía.
Usted no sabe nada de mis fantasías,
pero fuera de ellas sigo llamándole mía
como sigue usted aceptando mis osadías.
Debería saber que sus sueños
le susurraron la verdad a los míos,
y que yo guardaré el secreto
de sus terrores nocturnos a los días,
pero no,
no me pida la creencia de su agnosticismo por distancia
mirándome de esa manera.
Porque si en verdad fuera yo un espejo,
oh, si fuera un espejo,
¡ni usted misma se convenciera!

jueves, 13 de junio de 2019

Insomnios de "darme cuentas"




    Insomnios de "darme cuentas"...


Me he dado cuenta que a veces lo que buscas no es lo que necesitas. Que aquello que te niegas a mirar es lo que te encaja el alma. Que solo los tontos no se hacen preguntas. Que común no significa ni correcto ni feliz. Que la emoción la sacas de donde no esperas nada. Que no valen los listados de características ideales en tu otra mitad, porque al final es todo lo contrario. Que para que funcione no tienen que ser iguales sino tener las mismas ganas. Que tener miedo a sentir es ya estar sintiendo. Que hay cosas que no se pueden evitar como otras que no se fuerzan. Que el amor surge solo pero si no lo cuidas se va. Que rehusarse al amor es ya estar medio muerto. Que mientras más buscas menos encuentras. Que el amor no te acomoda el alma, te la pone de cabezas. Que hay risas que no entienden distancias, ni sueños que no puedan romperla. Que hay palabras que saben a caricias y latidos que avecinan tormentas. Que los sentimientos no entienden de relojes ni cordura ni fechas de calendario. Que te quiero aquí, es te quiero a mí. Que amar no te debilita pero con ella puedes ser fuerte. Que no todos los desastres son desastrosos ni lo normal lo más ansiado. Que hay que salir de uno mismo para aceptarse por dentro. Que su "buenos días" puede acalmar demonios y su desaparición, invocarlos. Que los años no van por fuera ni determinan actitudes. Que todos queremos la felicidad de maneras distintas. Que nuestros propios prejuicios nos pueden brindar sorpresas. Que si mucho molesta lo que se sale de lo premeditado todavía más nos alegra lo inesperado. Que lo que no va con lo que crees, es lo que va contigo. Que por lo que no esperas, te encuentra. Que lo que mas odias de ti es por lo que más te aman. Que lo que no consigue entender, yo ni me lo quiero explicar. Que todo lo que se ve de mal a mi me parece bien. Que el camino del amor está cubierto de errores. Que difícil no es imposible. Que amar no es imponer. Que vivir demasiado no te enseña cómo hacerlo. Que no buscarle no te hace la más fuerte. Que necesitar, no es depender. Que dar nunca es querer recibir. Que el amor siempre tiene pasión. Que la ternura también rima con deseo. Que la ansiedad quema por dentro y que los sentimientos son agujas de reloj. Que las puertas que cerramos son las que debemos abrir. Que destruir no es necesariamente malo. Que nunca es tarde para soñar pero hay sueños que nunca deberían ser realidad. Que tenemos que reconciliarnos con nosotros antes de pedirle al destino. Que si nos amoldamos al mundo perdemos el rumbo. Que el dolor no se detiene aunque reniegues. Que es cierto que siempre hay un roto para un descocido. Que una buena pareja la forma la inigualdad de dos piezas de puzzle. Que en la imposición no hay respeto ni en la planificación realidad. Que no nos desnudamos por dentro con cualquiera. Que las conexiones no se entienden. Que las emociones desconocen silencios. Que en los esfuerzos hay intenciones. Que sentimos aun sin pensar. Que el amor es cura y enfermedad y viene sin prospectos pero con demasiados efectos secundarios. Que si le pensamos rodeados de amigos como en soledad, ya nos podemos dar por perdidos. Pero sobre todo me he dado cuenta esta noche, que mi insomnio... lleva nombre de mujer.

Hablemos de amor






               "Hablemos de Amor".


¿Sabes lo que es que un sentimiento te coma viva? ¿Que te trepe desde las paredes del estomago hasta el cerebro? ¿Que no te deje dormir ni pensar ni comer ni vivir?¿Que no puedas manejarlo? ¿Que mientras más lo quieras dominar más te controle? ¿No saber cómo ni cuándo pasó pero ya no poder dejarlo atrás? ¿Conocer en lo que te metes pero no conseguir salir? ¿Que los latidos se te hagan lágrimas de miedo? ¿Que te aterre ser la única experimentándolo porque sabes las madrugadas que vas a pagar? ¿Decir "OMG no puedo creer q esté pasando por lo mismo" pero no tener fuerzas para huir? ¿Vivir alimentando una ilusión a consciencia? ¿Querer correr y no moverte a la misma vez? ¿Querer leer la próxima página pero no atreverte a pasarla? ¿Desear hacerle entender lo especial que la ves sin querer que lo sepa? ¿Querer hablarle y no vocalizar verbo alguno? ¿Que de pensarle te tiemble hasta el alma? ¿Querer vivir algo más pero no poder dejar de disfrutar ese instante? ¿Solo verte con ella sin haberla visto? ¿Amar sin querer hacerlo? ¿Conocer que te va a doler y querer sufrirlo? Yo sí, pero para mi pesar, lo aprendí contigo, peor aún, sé que tu no estabas lista para enseñármelo... Aun así, te quiero en mi vida y ahí te voy a dejar. Para que el día que por otra tú lo sepas, tener el placer de que me hables de amor. Cause girl, you would be fucked up! Y yo te entenderé como nadie. Porque el amor..., el amor es como la ira y los románticos somos personas con problemas de contención de la misma. No podemos callar esa voz dentro que nos dice <<hazlo aunque no sea lo mejor, o será peor todavía>>. Amamos hasta conscientes de que no seremos amados, y aunque después de que se disuelva nos preguntemos <<¿qué diablos me pasaba por la cabeza en ese instante?>>. Porque sí, porque está en nuestra naturaleza y al final la cabra siempre tirará al monte cada vez a mayor velocidad. Así que mejor no renegar de lo que tenemos destinado a enfrentar.

sábado, 8 de junio de 2019

Un café de otro mundo

          
       


         "Un café de otro mundo".


Y aquí estoy yo. En medio de la galería. Frente a la pintura de un pequeño marciano. Y sintiéndome más extraterrestre que él.
Muchos dirían ¡qué triste tanta soledad!Así, aislado en la penumbra filatélica, a solas, quizás hasta incomprendido.
Pero yo no. Yo lo envidio. Envidio su soledad, el no estar rodeado de restricciones... El tener su propio mundo lejano.
<<Juraría que en su semblante puedo discernir una sonrisa>>, aprecio. Intento imitarlo y parece inútil. No tengo fuerzas, menos aun, motivos.
Paradójicamente piensl que llegué hasta aquí para no pensar. Pero me equivoqué, porque cualquier expresión artística nace de las entrañas de un ser con mucho por decir y mucho que hacernos reflexionar... Así, acabo envuelta en el bucle de pensamientos que venían aturdiéndome desde siempre. Todavía más, desde varias semanas atrás, cuando volví a verle, volví a "incomprensiblemente" estremecerme, volví a necesitarle ilógicamente y volví a alejarme negándole el café con el típico "si acaso un día de estos, te aviso".
Pero toda mi vida había sentido estar fuera de lugar. Subsistir nadando a contra corriente. Intentando seguir la sincronización de la danza que me rodeaba, pero sin éxito. Nada que hacía era entendido, y es que no se si me habrán intercambiado en el cunero o que simplemente nací con la batalla intrínseca de encontrar mi tribu. Tampoco me llamaría la oveja negra de la familia (aunque si es por ser oveja sería arco iris) pero sí la que no encaja si no imita al rebaño. Y fue extremadamente cómodo vivir la mayor parte de mis años de eso, de seguir lo que me decían era y no correcto sin intenciones de preguntar "por qué". En muchos sentidos te facilita la existencia, en muchos más, te la imposibilita.
El día que dejé de tener directora de orquesta, fui incapaz de retomar la melodía, y claro, con 16 años crear una nueva composición, parecía imposible. Así que no lo intenté. Sobreviví copiando recuerdos de viejos acordes que cada vez se desperdigaban más en mi memoria..., mientras murmuraba inconsciente en mi cabeza, un ritmo constante, hostigador y sin dudas, tenebroso. Un ritmo que apareció en creccendo en mis horas hasta incapacitarme de escuchar otra cosa...
Esa lírica incitadora me provoca, me aturde, me tiene de pie frente a esta imagen que parece captar solo mi atención.
De repente se cruza bajo mis párpados la constante inquietud de su mirada y la muerte de los destellos de su iris ante mis reiteradas negativas... Y ya estoy harta, ¡no necesito otra mirada sobre mí! ¡No me importan las demás (que sé recibiremos)! Me importa..., me importa: ¡esa! Me marcho a toda prisa. Solo escucho mis tacones golpeando el pavimento y rezo por estar aun a tiempo... Con una delatadora agitación en las manos, marco su número de teléfono.
—¿Marta...? —verifiqué nerviosa y carraspeé—. ¿Quieres ir a por ese café?
Era una pregunta, una simple pregunta pero para mí, significaba todo. Con esa interrogante, comienzo a seguir aquel ritmo que se escuchaba más fuerte que antes... Ese del que renegaba. Ese que me limitaba. Que me destruía.
Aunque comprendí que la libertad no reside en el aislamiento sino en la inclusión, supe, allí, frente aquel marciano, que no importa estar a solas, incomprendido, fuera de lo normativo... Siendo uno mismo, no precisamos de un común espacio terrestre que compartir con una tribu de cartón que nos tolera, pero no nos entiende. Necesitamos realidad, libertad y una convivencia pacífica con nuestros propios demonios... Lo demás, llegará...
Y a pesar de que la respuesta de Marta, fue un "es demasiado tarde", pude seguirlo, ejecutarlo y danzarlo... Porque también hay que entender que desaprovechar el tiempo, nos pasa factura. Que todo y todos, no esperan para siempre. Y que debemos aceptarnos y vivirnos bien, por nosotros, no por nadie más. Aunque jamás bebimos de aquel café, disfruto esa melodía que me hizo desearlo en primer lugar, colmada de sonrisas de infante sin inocencia. Y me doy cuenta que antes, cuando me preguntaban si era feliz o solo que recordara un día en que lo hubiese sido, un instante de felicidad, no lo hallaba. Hoy cargo miles por contar y sé, no serán los últimos porque hoy, soy todo lo que quiero: yo misma.

miércoles, 22 de mayo de 2019

Ustedes / Nosotras





                 Ustedes / Nosotras


Odio a las mujeres que solo por verte la cara de "nena", creen que lo eres. Las que te etiquetan sin una conversación previa. Las que se guían por convencionalismos baratos. Las invidentes espirituales. Las que no se arriesgan. Las que generalizan por la generación. Las que solo buscan revitalizarse con neófitas almas "ingenuas". Las que piden emoción y se alejan de los desafíos. Las que juegan a vivir y se quedan donde solo pueden morir. Las mujeres que creen que los años significan sabiduría. Que la edad es directamente proporcional a la madurez. Que solo es interesante quien lleva arrugas en el rostro. Las que asumen por tu juventud que escuchas One Direction y tu actriz favorita es Dakota Johnson o Jennifer Lawrence cuando idolatras a Pimpinela, ABBA y Air Supply y sabes que como Bette Davis y Greta Garbo no habrá más ninguna.

¡Porque no! No señoras, ni los años son experiencias ni el tiempo sabiduría.

El mundo es un abanico de diferencias, un abanico por el que pasa la vida y nos hace mayores pero no necesariamente grandes. Las que hoy viven de prisa, no tienen conversación, carisma, ansias de saber, nada por decir, ni más conocimiento del estrictamente reglamentario, porque presencie un par de inviernos, no se volverá lo contrario. Será la misma, con menos visión, menos memoria, más peso, marcas, canas..., pero la misma.  Porque todos podríamos vivir lo mismo sin iguales resultados, porque somos DISTINTOS. El que a ustedes les llamen "señoras" y a nosotras "muchachas", no dice nada. Porque aunque vivir como si fuesemos a morir mañana alegan que no es la respuesta, hacerlo como si la muerte no existiera, tampoco lo es. Porque hay experiencias talladas bajo la piel y olvidos que no desvanecen los años. Porque hay cicatrices que no te ajan y canas que no se peinan, sino que bombean sangre. Y yo, amo a las mujeres, como aquella, que son capaces de verlo.


viernes, 8 de marzo de 2019

Almas Robóticas





                        Almas Robóticas



Solo un robot podría no apreciarla... Solo estos son capaces de divisar la mejor de las creaciones humanas y decir que no es importante, que la vida sin ella es la misma, que no es necesaria. Es lógico, ¿cómo valorar la pura expresión de sentimiento cuando están despoblados de dicha virtud? Mal afortunados, ¿para qué reñirles si no hay mayor castigo que vivir sin emociones? Esquemáticamente, sin noción del mundo real al que llaman (equívocamente) utópico. Lo único que merece la pena pelear, es el derecho al respeto. Si no comprendes porque estás escaso de magia y sobrepasa los límites de tu imaginación, calla, acepta aunque no compartas, defiende la maquinaria sin denigrar al lienzo.  Que no seas capaz (aun repitiendo constantemente su total contradicción) de hallar el hechizo en tus metálicas piezas, no te concede derechos para hacer sentir a quien subsiste en un vuelo infinito, de vivir en la manera errada. Que la magia se acaba, que es falsa, que no existe, que no es más que "copos de luna pulverizados" que un soplido de viento arrastrará con él, que hay que pisar tierra firme y dejar de mirar las nubes... Quizás para tu modo de vida sean consejos aplicables, ¡pero no para el nuestro! Si nunca has tenido una pasión tan grande en tu vida, no debes agredir a quienes vivimos por ella. Cuando la dejes entrar a tus días, te darás cuenta de lo feliz que se puede llegar a ser, mas nunca por desconocimiento deshonres.
Es triste (para mí hasta inconcebible) saber que subsisten personas sin fantasías, que no sueñan con tocar las nubes, que no valoran a las hadas ni a la fuerza que mueve el mundo. ¿Cómo puede serles irrelevante en la vida si es vida pura? Desde una melodía de Bach hasta una escultura de Miguel Ángel, desbordan los alientos que son pecado desapercibir. ¿Cómo no ver su valor? Da igual que sea una conocida o no, que valga millones o nada, que sea de las obligatorias a leer en la escuela o la que sólo leyó su familia, cada una es nuestro tesoro personal, nuestro logro, y ellas, son el mapa emocional de nuestro viaje. Nos dejan una sensación inigualable, no puedes quitarle los ojos de encima pensando "¿realmente todo esto salió de mí?". El acorde final de nuestra canción, es como el primer llanto de tu primogénito. Les dimos vida, los creamos, los trajimos a este mundo desde nuestras entrañas. ¡Nuestras obras son nuestros hijos! Hay quien vive para crear, hay quien crea para vivir. Pero debemos coexistir respetuosamente, si nosotros empatizamos con sus elecciones (aunque no las compartimos), permítanse hacerlo con las nuestras. No traten de entendernos, sólo de no discriminarnos. Porque sólo los de mundo interior ausente (eso que te permite ser feliz en plena convivencia solitaria), no ven nada en la comunicación de quien lo plasma inmortalmente y sería una pena formar parte de esa lista. Si careces de este poder y las ganas de obtenerlo, considérate desdichado, autoproclámate un alma robótica, mas, permítenos a los hechizados, continuar viviendo de "ensueños". Porque, ¿qué sería de la vida sin arte? Es lo único que nos pertenece, lo que no nos pueden arrebatar, aquello que hasta después de la muerte, seguirá viviendo.